19 de septiembre de 2005

Dos espacios pero no te vayas de acá.

Un rato allá adentro me marea y me deja inquieta. Sigo yendo como una sombra que camina por la luz para torturarse. Me quedo un rato allá adentro y siento cómo sufro lentamente, creí que me agradaría esta vez, pero fue como siempre. Hoy volví a entrar y fue horrible como ayer, me dejé llevar por las ilusiones de que hoy sería diferente. Ahora pienso en que mañana voy a venir, y además pienso que será para ver si mañana estás. Mañana voy a venir a ver si estás. Si estás me sentiré bien, profundamente, sino tu ausencia como siempre arañará mi carne y alma. Si no estás, voy a llorar pensando en vos, en lo mucho que te quiero y te extraño, como siempre que vine y que no estuviste...
...estoy acá, pensando en vos de nuevo, pero acá y no allá donde alguna vez pensé que volverías. Me quedé acá pensando mucho en vos y por eso me siento mal. Pero con sentir tu ausencia no debo materializarla. Allá, al epicentro del dolor, hoy no fui. Ya no me quedan esperanzas, ya no puedo mantener la ilusión de que voy a ir allá y vas a estar. No puedo. Entonces, lloro pensando en vos y en cómo lentamente desaparecés no sólo de allá sino también de acá, te borrás de mí y el desgarro me corroe más dolorosamente que nunca. No insistiré más en vano, te juro que no voy a volver a entrar a tu habitación, hija, pero sí te suplico que no te mueras nunca más.
...

No hay comentarios.: