La vida tiene vueltas que te sorprenden bailando en kmk. Te da tanta vergüenza que te vas de ahí aunque hayas pagado la entrada. Te vas a ese bar de mala muerte que está harto de verte la cara. No sos feliz pero te tranquilizás -la música ya no chilla. El zumbido en tus oídos por el volumen del pasado no te deja olvidar el precio de la entrada. Sí, el precio de la entrada. Empezamos a hablar de plata y entonces, el precio del jugo defrutilla. Nunca más, decís nuevamente ...¿quién te cree? -yo no. Yo voy a volver porque la vida tiene muchas vueltas que siempre te sorprenden bailando en kmk.
Nunca más.
1 comentario:
Veo que este post no existe.
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